martes, 18 de septiembre de 2012

El infierno navarro

El pasado mes de agosto y visto lo bien que resultó la experiencia el año anterior Alvaro y yo repetimos el plan de casa rural, familia y bici. Si el año pasado elegimos Asturias este año nos decantamos por una casa rural en Navarra, concretamente en el valle del Baztan. El entorno se presentaba estupendo para la práctica del mtb, y así pudimos corroborarlo en las dos salidas que hicimos por allí.

En la primera de ellas decidimos salir montados desde la casa rural, ir al parque nacional del señorío de Bertiz y volver, siguiendo una ruta que habíamos visto en wikiloc (hay un paisano llamado Joseba que tiene publicadas un montón de rutas por la zona; por cierto, que debe ser un máquina como Indurain visto como lo hemos pasado nosotros).

La casa estaba a las afueras de Ziga, en la ladera de una montaña a unos 500 metros de altura, con una vista espectacular del valle. Salimos no muy temprano y lo primero que tenemos es una bajada que en apenas 500 metros de recorrido nos desciende 100 de altura hasta la carretera (nos está mal, un 20% de desnivel que luego habría que subir en el regreso), y ahí tomamos el desvío hacia Ziga, por un pequeño tramo de carretera con suave descenso. Dejamos Ziga por una pista y tras unos kilómetros llanos comenzamos a subir hasta coronar un cerro a unos 400 metros y ahí tenemos otra bonita bajada hasta los pueblos de Oronoz y Mugiri, donde se encuentra la entrada al parque natural tras cruzar el río Baztan.

En el parque preguntamos en la caseta de información y nos comentan que podemos entrar y seguir el camino marcado como senda ciclista. El paraje es espectacular. Vamos por una pista muy facil y llana al lado de un pequeño arroyo y metidos en un bosque en el que casi no entra el sol. Se nos pasan los kilómetros enseguida y comenzamos una subida que nos lleva sin parar desde 200 metros hasta los 700. El arroyo se pierde, el bosque se abre y comenzamos a pasar mucho calor. Tenemos que hacer un descansito a la mitad porque las piernas no nos dan más. Hay mucha humedad y hacía tiempo que no sudaba tanto. Tras descansar un rato seguimos hasta la salida del parque (hay que saltar la valla) y tras descansar allí otro rato cogemos justo de frente hasta la verja de la finca de un paisano. Entramos en la finca y al coger el sendero a la izquierda que nos indicaba el GPS tenemos el momento friki del día: Alvaro iba primero y aparece a todo correr un cochino del tamaño de una locomotora de tren. Mira que iba cansado el jodio, pero jamás vi a un tío saltar una valla con una bici a cuestas tan deprisa. Después de echarnos unas risas buscamos un camino alternativo y seguimos la ruta por un sendero que apenas se ve entre plantas que nos llegan hasta el manillar. Así vamos bordeando la montaña y aparecemos enfrente de nuestra casa justo al otro lado del valle. La vista en ese punto es fenomenal, y parece que lo peor de la ruta ya ha terminado. Llevamos unos 20 kms en las piernas.


A partir de ese punto el terreno es claramente de bajada por pista hasta el valle. En un periquete bajamos casi hasta los 400 metros y ahí Alvaro se para. Al parecer nos hemos pasado y nos teníamos que haber desviado antes. Retrocedemos y cogemos un sendero de subida que nos mete en un cerro lleno de plantas que de nuevo casi no nos dejan ver el camino. El sendero nos lleva hasta los 550 metros y a partir de ahí volvemos a bajar por pista. Aunque llevamos el GPS andamos un poco perdidos y nos equivocamos varias veces de camino. Vamos con muchas dudas, el tema se nos hace eterno, pero tras la bajada llegamos por fin hasta los pueblos de Mardea y Arraioz y cruzamos de nuevo el río Baztan.

Pensamos que ya nos queda poco para Ziga pero aun tenemos un camino por delante con unas cuantas subidas, y ya casi sin agua. Volvemos a perdernos y en esta situación aparece una mujer por un sendero, como de la nada. Le preguntamos por donde se va a Ziga y casi ni nos entiende. A la segunda intentona ya nos dice en un castellano con acento raro que sigamos el camino, que subamos una cuesta y luego a la izquierda al llegar a una vaquería. Le hacemos caso y en la subida, que hacemos andando, casi nos da algo. Mi reloj marca 36º en la muñeca. Apuramos el poco agua que nos queda, descansamos un buen rato y nos ponemos de nuevo en marcha, con el terreno siempre subiendo.

Cuando nos acercamos por fin a Ziga empezamos a pensar en el 20% de desnivel que nos espera para llegar hasta la casa. Es entonces cuando Alvaro, que ya va KO, comenta que llama a su mujer para que nos lleve de vuelta. Su cuerpo ya no aguanta, yo no le he visto tan cansado nunca. Yo acepto la propuesta de inmediato, y a la salida de Ziga nos paramos y esperamos a que Ana nos transporte en el coche para hacer los últimos 500 metros de vuelta a casa.

Total, 35 km en cuatro horas y con 1.400 metros de desnivel acumulado.

Aquí os dejo el link de la ruta: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3298610

Y el perfil, no está mal.


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