Durante toda la semana andaba mosca con unas molestias en mi
rodilla, por lo que aparté el entrenamiento en el rodillo (el posible causante
del mal) para intentar llegar en las mejores condiciones a la carrera del
domingo. El sábado como buen inicio de estación primaveral cayó el diluvio
universal, así que todo parecía indicar que aunque no lloviese ese mismo día,
nos íbamos a mojar de todas formas.
Suena el despertador a las 06:15 de la mañana según mi
reloj, 7:15 hora real debido al cambio horario. Madrugón, pero como dicen
“sarna con gusto no pica”. Había quedado con Kiko que íbamos juntos pero me
manda un mensaje diciendo que ha tenido boda el día anterior y se acostó a las
3 de la mañana por lo que se llevaba su coche por si se tenia que retirar en la
prueba corta. A las 8 de la mañana salgo hacia San Martín de Valdeiglesias con
el día encapotadísimo, la verdad es que entre el sueño, el viaje, el día nuboso
y el barro, empiezo a pensar que lo mismo no va a ser un día de tanto disfrute…
Nos encontramos en la puerta del polideportivo para recoger
los dorsales los tres, Diego que viene desde Ávila, kiko y un servidor.
Llegamos con el tiempo suficiente pero al final se va a convertir en una larga
espera ya que la organización intenta demorar la salida lo máximo posible para
esperar a los desfasados con el cambio de hora y los nuevos inscritos… En este
momento es cuando nos comunican que los recorridos se han recortado y que la
prueba larga pasa de 62 km
a 45 ya que el terreno no permite pasar por ciertos sitios. Este recorte de
kilometraje nos hace ser optimistas de cara a conseguir hacer la prueba en un
tiempo muy reducido.
Salida Ruta de los Vinos 2014 |
Nos colocamos en la salida como nunca lo habíamos hecho
antes, apenas 10 metros
nos separan de la cinta. Salimos 10 minutos más tarde, lo que nos hace
quedarnos algo fríos. Cuando analizo más tarde la carrera me doy cuenta que no
calcule que hacia ya más de 3 horas que había desayunado, debería haber comido
algo incluso antes de salir, pero son cosas en las que uno cae después...
Ponemos al pelotón en fila... |
Empieza la prueba de forma muy cómoda, en ningún momento
llegamos a rodar con agobios, casi siempre en fila y sin nadie que interrumpa
el ritmo. Esta ruta siempre empieza con una bajada larguita que acaba en un
cruce por unos tubos por debajo de la carretera. Por los dos años anteriores
que he corrido esta prueba, mi experiencia me decía que aquí se forma tapón y
los tubos de un par de metros de diámetro se acaban pasándolos a pie. Bueno
pues en esta ocasión y gracias a nuestra estupenda colocación, pasamos montados
en nuestras bicis por el tubo con el agua corriendo por nuestras ruedas y con
muy poca visibilidad. Tras este paso por el hormigón y la oscuridad comienza
una larga subida, al principio por camino y con rampas más fuertes y luego por
pista de asfalto roto y bastante tendida. Me encuentro bien, me marco un ritmo en
el que iba cómodo, veo detrás a Diego y Kiko y pienso que lo mismo debo subir algún
piñón y subir más tranquilo no sea que luego lo pague. Así lo hago y voy
francamente bien junto a Kiko y Diego. Aquí empieza el cambio de recorrido ya
que en otras ocasiones la pista de asfalto se deja pronto para acabar subiendo
por detrás de la montaña por una pista de tierra, en esta ocasión no
abandonamos la pista de asfalto hasta la cima, se hace monótono y el pensamiento
constante es tal y como pregunta Diego “¿cuanto queda de esto?” le digo, que no
lo sé, que no hemos subido por ese tramo otros años pero al poco rato vemos el
final.
En la cima está el primer avituallamiento, en el que no paramos, pero
salen a nuestro encuentro gente de la organización y en marcha cojo un gel. Me
tomo el Gel en marcha, vuelvo a hacer mal el tema de la comida, no me tocaba
algo de asimilación rápida como es un gel, estaba bien de fuerzas y me hubiera
venido mejor dejar el gel para luego y haberme tomado una barrita y que
trabajara un poco el estomago (mi desayuno). Nos ponemos a bajar una larga y entretenidísima
bajada con un poco de todo, pista ancha, pinar, sendero, sube y baja… Se me
hace cortísima la vuelta de nuevo hasta la carretera que esta vez la pasamos
por encima y sin control del tráfico, alucinamos un poco con esto la verdad…
Desde este punto todo es una subida con poco porcentaje
hasta San Martín que hacemos sin problemas. Paramos en el segundo
avituallamiento del día en el pueblo, tal y como habíamos hablado. Un poco de
fruta, rellenamos las botijas y continuamos subiendo, ya que hasta
prácticamente la bajada que te deja en el pantano no se deja de subir. Esta
bajada es espectacular, tiene parte de sendero y parte de pista, este año la
hacemos hasta la mitad ya que la parte del pantano debe estar completamente
anegada y volvemos a subir por una pista intermedia que nos deja en el final
del “cuestón” que subimos otros años a pie desde el embalse.
Pasamos de largo
el tercer avituallamiento, en este tramo ya vamos prácticamente solos durante
todo el recorrido. Al final de la subida ya se gira para la vuelta a la meta de
San Martín de Valdeiglesias, se hace un descenso rápido y algo técnico para
acabar con la última rampa del día. No es muy larga pero si tiene un porcentaje
interesante, son un par de kilómetros al 7% de media. Empezamos a subir bien
pero cuando llega la rampa más exigente y tengo que hacer verdadera fuerza con
los pedales siento unos pinchazos en la rodilla insoportables, se marchan Diego
y Kiko y ni les aviso porque apenas quedan unos kilómetros para el final. En
algún momento pienso en parar por los dolores pero era una cuestión de orgullo
el no poner el pie en el suelo. Esos 4 o 5 kilómetros se me
hacen horribles porque ya no puedo pedalear ni en el llano. Minuto y medio
después de mis compañeros llego a la meta muy dolorido y bastante fatigado.
Meta kiko y Diego junto al viejales de los 22km |
Meta del dolorido y su correspondiente viejales de los 22km |
El
tiempo es estupendo, menos de 3 horas para un recorrido lleno de barro y con 1000 metros de desnivel
en 45 km,
es decir, un continuo sube y baja. Pero lo cierto es que al principio de la
jornada pensábamos que iba a ser un paseo. Siempre se aprende algo, por muy
bien que te encuentres de forma o de motivación, como el día tenga imprevistos,
barro, viento en contra, lesiones o simplemente una mala noche, se puede
convertir en un día duro. Esperemos que para el gran reto de este año del 24 de
mayo Madrid-Segovia MTB con 108
km tengamos la suerte de que salga todo rodado.
Os dejamos el enlace de la prueba Ruta de los vinos 2014y el track wikiloc vinos 14 3olibike.
Hasta la próxima.