martes, 8 de abril de 2014

RUTA DE LOS VINOS 2014 by Fer



Durante toda la semana andaba mosca con unas molestias en mi rodilla, por lo que aparté el entrenamiento en el rodillo (el posible causante del mal) para intentar llegar en las mejores condiciones a la carrera del domingo. El sábado como buen inicio de estación primaveral cayó el diluvio universal, así que todo parecía indicar que aunque no lloviese ese mismo día, nos íbamos a mojar de todas formas.
Suena el despertador a las 06:15 de la mañana según mi reloj, 7:15 hora real debido al cambio horario. Madrugón, pero como dicen “sarna con gusto no pica”. Había quedado con Kiko que íbamos juntos pero me manda un mensaje diciendo que ha tenido boda el día anterior y se acostó a las 3 de la mañana por lo que se llevaba su coche por si se tenia que retirar en la prueba corta. A las 8 de la mañana salgo hacia San Martín de Valdeiglesias con el día encapotadísimo, la verdad es que entre el sueño, el viaje, el día nuboso y el barro, empiezo a pensar que lo mismo no va a ser un día de tanto disfrute…
Nos encontramos en la puerta del polideportivo para recoger los dorsales los tres, Diego que viene desde Ávila, kiko y un servidor. Llegamos con el tiempo suficiente pero al final se va a convertir en una larga espera ya que la organización intenta demorar la salida lo máximo posible para esperar a los desfasados con el cambio de hora y los nuevos inscritos… En este momento es cuando nos comunican que los recorridos se han recortado y que la prueba larga pasa de 62 km a 45 ya que el terreno no permite pasar por ciertos sitios. Este recorte de kilometraje nos hace ser optimistas de cara a conseguir hacer la prueba en un tiempo muy reducido.
Salida Ruta de los Vinos 2014
Nos colocamos en la salida como nunca lo habíamos hecho antes, apenas 10 metros nos separan de la cinta. Salimos 10 minutos más tarde, lo que nos hace quedarnos algo fríos. Cuando analizo más tarde la carrera me doy cuenta que no calcule que hacia ya más de 3 horas que había desayunado, debería haber comido algo incluso antes de salir, pero son cosas en las que uno cae después... 
Ponemos al pelotón en fila...
Empieza la prueba de forma muy cómoda, en ningún momento llegamos a rodar con agobios, casi siempre en fila y sin nadie que interrumpa el ritmo. Esta ruta siempre empieza con una bajada larguita que acaba en un cruce por unos tubos por debajo de la carretera. Por los dos años anteriores que he corrido esta prueba, mi experiencia me decía que aquí se forma tapón y los tubos de un par de metros de diámetro se acaban pasándolos a pie. Bueno pues en esta ocasión y gracias a nuestra estupenda colocación, pasamos montados en nuestras bicis por el tubo con el agua corriendo por nuestras ruedas y con muy poca visibilidad. Tras este paso por el hormigón y la oscuridad comienza una larga subida, al principio por camino y con rampas más fuertes y luego por pista de asfalto roto y bastante tendida. Me encuentro bien, me marco un ritmo en el que iba cómodo, veo detrás a Diego y Kiko y pienso que lo mismo debo subir algún piñón y subir más tranquilo no sea que luego lo pague. Así lo hago y voy francamente bien junto a Kiko y Diego. Aquí empieza el cambio de recorrido ya que en otras ocasiones la pista de asfalto se deja pronto para acabar subiendo por detrás de la montaña por una pista de tierra, en esta ocasión no abandonamos la pista de asfalto hasta la cima, se hace monótono y el pensamiento constante es tal y como pregunta Diego “¿cuanto queda de esto?” le digo, que no lo sé, que no hemos subido por ese tramo otros años pero al poco rato vemos el final. 
En la cima está el primer avituallamiento, en el que no paramos, pero salen a nuestro encuentro gente de la organización y en marcha cojo un gel. Me tomo el Gel en marcha, vuelvo a hacer mal el tema de la comida, no me tocaba algo de asimilación rápida como es un gel, estaba bien de fuerzas y me hubiera venido mejor dejar el gel para luego y haberme tomado una barrita y que trabajara un poco el estomago (mi desayuno). Nos ponemos a bajar una larga y entretenidísima bajada con un poco de todo, pista ancha, pinar, sendero, sube y baja… Se me hace cortísima la vuelta de nuevo hasta la carretera que esta vez la pasamos por encima y sin control del tráfico, alucinamos un poco con esto la verdad… 
  
Desde este punto todo es una subida con poco porcentaje hasta San Martín que hacemos sin problemas. Paramos en el segundo avituallamiento del día en el pueblo, tal y como habíamos hablado. Un poco de fruta, rellenamos las botijas y continuamos subiendo, ya que hasta prácticamente la bajada que te deja en el pantano no se deja de subir. Esta bajada es espectacular, tiene parte de sendero y parte de pista, este año la hacemos hasta la mitad ya que la parte del pantano debe estar completamente anegada y volvemos a subir por una pista intermedia que nos deja en el final del “cuestón” que subimos otros años a pie desde el embalse.

Pasamos de largo el tercer avituallamiento, en este tramo ya vamos prácticamente solos durante todo el recorrido. Al final de la subida ya se gira para la vuelta a la meta de San Martín de Valdeiglesias, se hace un descenso rápido y algo técnico para acabar con la última rampa del día. No es muy larga pero si tiene un porcentaje interesante, son un par de kilómetros al 7% de media. Empezamos a subir bien pero cuando llega la rampa más exigente y tengo que hacer verdadera fuerza con los pedales siento unos pinchazos en la rodilla insoportables, se marchan Diego y Kiko y ni les aviso porque apenas quedan unos kilómetros para el final. En algún momento pienso en parar por los dolores pero era una cuestión de orgullo el no poner el pie en el suelo. Esos 4 o 5 kilómetros se me hacen horribles porque ya no puedo pedalear ni en el llano. Minuto y medio después de mis compañeros llego a la meta muy dolorido y bastante fatigado. 
Meta kiko y Diego junto al viejales de los 22km

Meta del dolorido y su correspondiente viejales de los 22km
El tiempo es estupendo, menos de 3 horas para un recorrido lleno de barro y con 1000 metros de desnivel en 45 km, es decir, un continuo sube y baja. Pero lo cierto es que al principio de la jornada pensábamos que iba a ser un paseo. Siempre se aprende algo, por muy bien que te encuentres de forma o de motivación, como el día tenga imprevistos, barro, viento en contra, lesiones o simplemente una mala noche, se puede convertir en un día duro. Esperemos que para el gran reto de este año del 24 de mayo Madrid-Segovia MTB con 108 km tengamos la suerte de que salga todo rodado.

Os dejamos el enlace de la prueba Ruta de los vinos 2014y el track wikiloc vinos 14 3olibike.

Hasta la próxima.