martes, 3 de junio de 2014

MADRID SEGOVIA 2014 by Kiko

"Se te puede hacer bola" decía la publicidad de Last Lap que anunciaba esta prueba... La verdad es que desde que la anunciaron tuvimos claro que teníamos que estar ahí, había que intentarlo aunque el reto fuera grande, y aunque alguno empezó la prueba con muchas dudas la realidad demostró que nos comimos este rutón como unos campeones, acabando con mucha fuerza y siendo capaces de "volar" a 30 por hora devorando los últimos kilómetros camino a Segovia... Pero volvamos al principio.

Para empezar tuvimos suerte, pues el punto de salida estaba a escasos 500 metros de la puerta de casa, bueno de la mía y de la de Fer, porque Diego se tuvo que venir en tren desde Ávila la noche anterior. Así que no tuvimos que madrugar mucho, y como la idea era salir conservadores (nunca antes nos habíamos enfrentado a esta distancia) llegamos apenas 15 minutos antes de la salida, con el tiempo justo de ponernos en la segunda mitad del pelotón.





Mientras esperamos la salida algunas dudas con la ropa, hace algo de fresco y la Fuenfría es una incógnita. Térmica y maillot se queda corto a las 8 de la mañana, pero luego comprobaremos que acertamos de pleno.

La salida es tranquila. Apenas 1 km neutralizado por las calles de Montecarmelo hasta llegar al cementerio de Fuencarral y ahí cogemos ya la pista que nos sacará de Madrid pasando por debajo de la M40 siguiendo el trazado del camino de Santiago. Nada más cruzar primer atasco por un estrechamiento de la pista, pronto empezamos, aunque no será nada comparado con lo que nos tocará esperar en el puente de la Marmota. La pista nos lleva en ligero ascenso hasta las vías del tren que van pegadas a la carretera de Colmenar y ahí llegan los primeros incidentes. Apenas tres rampas duras y ya hay gente que se atasca y no es capaz de subir, liándose algunos tapones. A mi me enganchan y a punto estoy de irme al suelo. Esto de salir en el medio del pelotón tiene estas cosas, hay mucha gente que va muy justa de fuerza y de técnica, y a la mínima se para o directamente se cae. No puedo evitar pensar que si aquí ya tienen problemas en Matalpino, Navacerrada, La Barranca, etc. van a flipar.

Así las cosas, y tras un pequeño trayecto por el carril bici, nos plantamos en Tres Cantos, lugar del primer avituallamiento. No paramos y enfilamos la pista que nos llevará hasta el puente de la Marmota, pasando por el arroyo de Tejada, y la bajada de Valdelagar hasta la cola del embalse de El Pardo. Por el camino nos cruzamos con la ambulancia que se lleva al compañero que literalmente se ha partido la cara bajando por culpa de una rotura del eje delantero. Dan escalofríos solo de pensarlo, por lo que él mismo ha comentado en un foro el cirujano maxilofacial que le atendió en La Paz tuvo una buena currada.

Tras una subida llegamos al sendero que desciende hasta el puente de la Marmota y esto parece la salida de la A3 en un puente de mayo. El atasco es monumental y nos costará una hora bajar al puente y hacer el sendero de subida del otro lado, todo ello andando. 



Pasado este punto agarramos la pista que nos llevará hasta la carretera de Colmenar a Hoyo de Manzanares, y tras cruzarla llegamos al segundo avituallamiento. En este paramos a repostar y de nuevo en marcha en dirección a Manzanares el Real, siguiendo la ruta que días atrás hicimos en la Rocosa y que desde Manzanares nos llevará hacia Matalpino y Navacerrada. 

Hasta Manzanares la ruta es bastante suave, pero a partir de ese punto se se hace más dura, con tres subidas bastante respetables a destacar, una en Matalpino, otra en Navacerrada siguiendo la carretera de los bomberos, y la famosa de la Barranca, un cuestón que según lo ves llegar te asalta la duda de si podrás o no con él. Cuando nosotros llegamos a este punto la mayoría ni se lo planteaba, directamente subían andando, pero nosotros conseguimos hacerlo entero sin bajarnos, eso si, con el pulsómetro pasando de 160 y avisando del calentón que nos acabábamos de pegar (un pensamiento rápido me pasa por la cabeza, a ver si voy a pagar el calentón en la Fuenfría). De ahí bajada hasta Cercedilla y fin del primer tramo cronometrado. Avituallamiento masificado, pasamos de los macarrones por si se nos atragantan en la Fuenfría y tras ponernos finos a fruta, palmeras (has leído bien, palmeras) y barritas o geles nos volvemos a poner en marcha. Aquí ya se ve alguna gente que ha llegado muy perjudicada.







Ponemos rumbo a lo desconocido. No han dicho que el puerto es largo, pero que lo peor es el principio, los primeros 4-5 kilómetros con porcentajes sostenidos entre el 10 y el 12%. Pasado eso se hace fácil, si hay fuerzas se puede subir a 12 por hora. Con estos pensamientos comenzamos. Efectivamente la primera parte se agarra bastante. Ahí conectamos con otros dos compañeros que van al mismo ritmo y vamos haciendo la subida en grupo. Fer se resiente del catarro de última hora y se descuelga tras un rato haciendo la goma. Nos vamos Diego y yo para arriba, bien de fuerzas, y una vez pasado lo peor subiendo el resto del puerto con plato grande y a 12 por hora como nos habían avisado. Ya se ve el mirador de la reina, un poco más y estamos arriba. En la subida se ven auténticos dramas, gente que sube andando desde abajo (12 km a pata, muy fuerte), calambres, gente a la que no le queda un gramo de fuerza, en fin, eso parece el rosario de la Aurora... Llegamos arriba y sin parar empezamos a descender.

La bajada inicialmente es peligrosilla, mucha piedra, algo de agua, vamos todo el rato traqueteando, bendita doble suspensión. Tras este tramo se sale a un prado donde ya se puede rodar a tope. Los kilómetros pasan volando y al fondo ya se ve Segovia. Me sorprende lo bien que llegamos, con mucha fuerza y ganas para darlo todo en los últimos kilómetros. El GPS va marcando entre 28 y 30 por hora de forma sostenida, casi con todo el desarrollo metido. La 29 es una pasada en este terreno, literalmente vuela.

Estos últimos kilómetros pasan en un suspiro y alcanzamos el arco que pone fin al segundo tramo cronometrado, 8 horas 35 minutos marca el reloj, menuda machada acabamos de hacer. Foto para la posteridad y tramo neutralizado hasta el acueducto. 



La llegada en al acueducto es espectacular, el mejor sitio en el que hayamos finalizado nunca una prueba de estas, con el arco de meta justo en su lateral.

Otro tema es el avituallamiento en meta, bastante impresentable. Aquí es donde tenían que haber puesto los macarrones y no el fuet y la fruta. Pero bueno, con el hambre que hay hacemos a todo.




Bueno, pues esto ya es historia. Como diría Dora la Exploradora "Lo hicimos" (esto de tener dos hijas...). Lo peor de la prueba sin duda el tener que prepararla, cosa que en algún momento nos ha tenido un poco asfixiados para no saltarnos los entrenamientos. Agradecimiento infinito a nuestras familias que han aguantado con paciencia las sesiones de preparación, que han sido una jartá de horas, y el recuerdo final a Paco, nuestro compañero habitual de rutas, que por culpa del curro no pudo tomar la salida y se perdió una ruta a la que le tenía muchas ganas. Ahora no nos va a quedar más remedio que volver el año que viene para que pueda hacerla...

8 horas y 35 minutos, 7 de ellas montado en la bici, en torno a 100 km y 2.100 metros de desnivel acumulado. No estuvo mal el día. Nos vemos en los caminos, próximamente en Riaza B-PRO. 

Y saludos a los de RCZ, que se que nos leen aunque solo sea de vez en cuando.

Como siempre aquí os dejamos el track.