lunes, 19 de septiembre de 2016

SKODA GRAN FONDO BUITRAGO 2016 By Diego

Cuando uno empieza a preparar el año allá por el mes de Diciembre, dos eran los retos programados para este 2016, uno era el MARATON DEL BAJO TIÉTAR, y otro era este de la SKODA GRAN FONDO DE BUITRAGO, el resto de pruebas serían de relleno para preparar estos dos grandes objetivos. 
Se empieza el año con ganas de coger pronto la forma, se compra uno bici nueva, mi Mérida ya tenía buenos kilómetros y era la oportunidad de poder sacar algo por ella, aparte tenía muchas ganas de una ligera de Carbono así que me decidí por la TREK PROCALIBER, una señora bici,  pero todo se va al traste cuando una caída tonta te deja sin  tu primer gran objetivo, a falta de 15 días para EL BAJO TIETAR, un fatídico 9 de abril, sufro una rotura de la cabeza del radio del codo derecho y del quinto metacarpiano de la mano izquierda me dejan en el dique seco tres meses, en ese período te da tiempo a pensar muchas cosas, ¿quedarán bien los brazos?, ¿podré volver a montar sin dolores? ¿Sin miedo a volverme a caer? ¿Cuándo podré hacerlo con normalidad? Un sinfín de preguntas sin una respuesta clara, aparte de la consecuente subida de peso inevitable que luego costaría bajar más de la cuenta, je,je…. 
Lo importante era que todo quedara bien así que me lo tomo con calma, con buena rehabilitación y allá hacia el mes de Julio empiezo a dar los primeros pedales.
Ya sólo me quedaba un objetivo, llegar lo mejor posible al 10 de Septiembre. El mes de Julio fue de toma de contacto, de vencer miedos, de ver cómo me iban respondiendo las lesiones y el mes de Agosto más intenso, con más salidas y entrenamientos y llegó el día….. Llegó mi primera Marcha con mi Procaliber, mi  primera carrera después de la caída. 
Dada la distancia que había desde Ávila, decidimos Fer y yo irnos a dormir a Madrid para no tener qué pegarnos el señor madrugón, la distancia a Buitrago desde Madrid es más asequible. Kiko se marchó el viernes tarde a por los dorsales y el maillot, quedamos con el para recogerlos y así ya tenerlo todo preparado, nuestra primera sorpresa fué al ver el maillot, más pequeño de lo normal, no se parecía al del año pasado, tendríamos que haber pedido una talla más, así que a hacernos a la idea de que vamos a ir embutidos.
Sábado 06:40 suena el despertador, desayunamos y a cargar bicis rumbo a Buitrago, allá vamos los tres mosqueteros de TRESOLIBIKE (Fer, Kiko y yo). Llegamos alrededor de las 8:15, tiempo justo para prepararnos e ir hacia los cajones de salida. Fer y Kiko saldrían desde el segundo cajón y yo saldría desde el primer cajón, los cajones iban distribuidos en función del tiempo que se hizo el año anterior, yo entré de los últimos dorsales del primer cajón así que allí me metí con mi maillot embutido al lado de todos los pros como uno más. Allí  ví a mi amigo Pablo, un auténtico crack de este mundillo, para él esto era un pequeño entrenamiento, por cierto desde aquí desearle mucha suerte para su andadura por Marruecos del próximo mes de Octubre,  allí me tenía el sitio guardado casi en primera línea, nos dio tiempo a hacernos una fotillo y poco más que esto ya empezaba.
Pablo y Diego
Fer y Kiko
Salida de la prueba para el primer cajón, 87 kilómetros por delante, no habíamos girado ya a la izquierda para coger la carretera que nos llevaba a Villavieja de Lozoya y ya se veía un primer grupo destacado por delante, era consciente de que estaba en los primeros puestos y no podía seguir ese ritmo por lo que los primeros kilómetros me los tomé con tranquilidad para ir cogiendo ritmo y ver como me iba encontrando, pasamos por San Mamés, hasta ahí todo igual que el año pasado, pasado este pueblo empieza las novedades con respecto a la edición anterior, empezamos un tramo con más sube y bajas, pasamos un río, y allá por el kilómetro 11 me encuentro con los últimos integrantes de la ruta corta, punto negro para la organización, evidentemente iban a bastante menor ritmo que los que íbamos en ese punto de la ruta larga, por lo que nos tocaba pasarlos como podíamos con las correspondientes quejas normales por parte de todos, tanto para ellos que van a su ritmo como para nosotros que tenemos que pasarlos como podemos saliéndonos del camino ya que ese punto no era pista ancha, pues se hace desagradable hasta que al fin llegamos a camino más ancho para ya no dejar de subir el primer puerto del día (La Linera), este tramo ya le conocía, me encontraba bien, así que tiré pasando a todos los bikers de la ruta corta, aquí si que no había problemas hasta llegar al primer avituallamiento, todavía quedaba algo de subida antes de bajar La Linera, paré a comer algo rápido, beber un poco y a seguir, todavía quedaban unos 65 km, todavía quedaba un pequeño tramo de subida y enseguida vendría la bajada y pequeños tramos de subida y bajada hasta un giro a la izquierda con una fuerte subida, ahí dejamos a los de la ruta corta que ya irían por otro lado y nos lo veríamos ya hasta el final, estaríamos en torno al km 28-29 por lo que nos quedaban como 20 km para llegar al segundo puerto de la jornada, mi mentalidad era la del año anterior, subida larga y tendida, pero nada de todo eso, recorrido diferente, los caminos aunque siguen siendo buenos no eran las pistas de la edición anterior, incluso tuvimos que pasar varios barrizales, el terreno tenía de todo. 
Walking Dead
Llegamos al punto negro del día, lo más duro, aquí se me hizo eterno, quedaba poco para coronar la segunda cota del día, empecé a ver los primeros bikers con la bici de la mano, yo miraba para arriba y aquello no se acababa nunca, hubo un momento que me pasaron lo menos 20 o 30 y solo pensaba en que se terminara esa tortura, ahí sí que noté que me faltaba un punto de forma para no sufrir tanto, me dio tiempo a pensar en Fer y Kiko que vendrían por detrás, en el vía crucis que verían de gente andando, por un momento pensé en bajarme pero me animé ya al ver el segundo avituallamiento al fondo, sabía que a partir de ahí ya sería el terreno más favorable así que saqué fuerzas de donde pude para llegar arriba, llegué al segundo avituallamiento y no me quedó más remedio que parar un rato a recuperarme, comer y beber y darme un respiro.
Nos quedaban 40 Km, terreno ya más favorable y ya coincidente con la ruta del de edición 2015, bajadas largas y tendidas con algún repecho, ya tenía los brazos hecho trizas de tantas vibraciones a causa del terreno, me lo tomé con más tranquilidad y guardando lo último para afrontar la última rampa y cota del día que estaría después del tercer avituallamiento, fui guardando lo poco que tenía conocedor ya del terreno que quedaba, pasé por el tercer avituallamiento ya casi sin parar nada más que para rellenar un poco la botija y a seguir, quedaban poco más de 15 km para llegar a meta, y llegó el último escollo de la jornada, empecé poquito a poco y acabé con bastante fuerza, sin problema para subir montado, de aquí al final terreno favorable pasando por Gascones y llegada a Buitrago picando hacia arriba. 

Tiempo total 5 horas 1 min y 57 segundos con una media de 17,3 km/h. Muy contento con el tiempo, la sensación cuando crucé la línea de meta fue de emoción de haber conseguido terminar la prueba con buenas sensaciones, con alguna lágrima en los ojos me acordé de todo ese sacrificio anterior para llegar aquí, de todo lo pasado con la caída,  me acordé de mi mujer que es la que sufre esta locura mía, de mi familia, de mi primo Fer (mi compañero de batallas) y todos los miembros de Tresolibike que hacen que vayamos mejorando prueba tras prueba.

Una vez recuperado esperé a Fer que entraría en 5 horas 53 min, también mejorando la media con respecto a la edición anterior e incluso con todos los percances que tuvo con la pérdida de aire de la rueda trasera con dos paradas inesperadas que le hicieron perder bastante tiempo. Fer estás enorme mejorando prueba tras prueba.
Fuimos a comernos la pasta final y camino hacia el coche nos llega un mensaje de Kiko que llegaría en 6 h 36 min finalizando también la prueba todos los integrantes de TRESOLIBIKE
Puntos a mejorar por la organización, el cronometraje de la clasificación (no les ha funcionado el crono en el punto intermedio y se les han colado muchos participantes apuntados en la larga inicialmente y que luego harían la corta), por lo que la clasificación publicada por organización es poco real, aparte del maillot que nos gustó más el de la edición anterior y los avituallamientos (mal ubicados en zonas estrechas), el resto perfecto, buena organización en la salida, pocos atascos, no faltó de nada en los avituallamientos y los voluntarios impresionantes indicando el recorrido en todo momento.
Os dejamos como siempre el Track en Wikiloc de la prueba y las Fotos realizadas. 

Hasta la próxima……

domingo, 8 de mayo de 2016

Maratón Bajo Tietar by Kiko

Primera marcha de gran fondo del 2016 con un kilometraje y desnivel importante, de esas que o te la preparas bien o sabes que vas a sufrir de lo lindo. 75 km por el valle del Tietar con alrededor de 1.700 metros de desnivel anunciados, que en realidad fueron más de 2.100. Esto es lo que llaman la ruta "corta". La larga, con 135 km y más de 3.000 metros, es otra liga para nosotros.

La marcha tiene mucho tirón y las inscripciones se acaban en apenas un par de semanas pese a que se abren en diciembre, cuatro meses antes de la marcha, y que estamos hablando de 1.500 dorsales.

Al lío. Llegué a Arenas de San Pedro la noche antes. La salida es muy temprano (8:30) y la distancia desde Madrid hace que sea preferible dormir allí si no quieres levantarte a las 4 de la mañana. Me acogen en la casa de los padres del cuñado de Fer, a la que llego con el tiempo justo de cenar algo, darle un repaso a la bici, y echarme a dormir. A las 6:30 arriba. Desayuno, traje de romano, cargamos bicis y ponemos rumbo a Mombeltrán mientras amanece. El día pinta bien, bastante despejado aunque con previsión de empeorar según pase el día y riesgo de lluvia.

La organización de la marcha es fenomenal, una de las mejores que hayamos visto. Llama la atención el parking que se han currado los tíos alrededor del castillo, que tiene marcadas hasta las líneas con las plazas de parking.


Con el tiempo justo recogemos dorsales, nos equipamos y nos ponemos en la salida apenas 5 minutos antes de la hora. Esto ya se va convirtiendo en costumbre pero ¡que coño!, tampoco vamos a disputar nada. Algo más de 6 minutos nos costó pasar por el arco de salida de la tropa que había...

El recorrido es en su mayoría pistero en un entorno natural alucinante y muy exigente. A mi me recordaba mucho a Asturias, el valle, la niebla a primera hora, las montañas, las chorreras, con los picos de Gredos aun nevados... un lugar donde cuesta encontrar un kilómetro llano para descansar, todo es hacía arriba o hacía abajo.

Este año se salía de Mombeltrán y nada más salir del pueblo se afronta la subida del Pedro Bernardo, puerto largo con unas primeras rampas con porcentajes alrededor del 18% donde se hizo bastante tapón porque muchos se las hicieron a pata, es lo que tiene salir al final. Una vez pasado esto la subida es bastante suave y se puede disfrutar de un paisaje sencillamente espectacular conforme vas ganando altura. Consciente de que nos queda aun mucha ruta hago la subida con un ojo puesto en el pulsómetro para no pasar de 145. A Fernando lo pierdo de vista en cuanto empezamos a subir y ya no le veré hasta la meta. Su ritmo es demasiado para mi.

Terminado el Pedro Bernardo tenemos el primer avituallamiento y un atasco de cojones para bajar por uno de los pocos senderos de la ruta. Punto a mejorar para el año próximo porque nos tiramos allí más de media hora parados después de vernir calentitos de la subida.

Es atasco al final del Pedro Bernardo

La bajada nos lleva hasta San Esteban del Valle, y a partir de ahí comienza una subida suave que nos lleva por Villarejo del Valle y por Cuevas del Valle hasta el inicio del puerto de la Centenera. Este puerto es más corto que el Pedro Bernardo pero bastante más duro, con muchos kilómetros con porcentajes entre el 8 y el 11% (o igual son los 40 kms que llevas en las patas cuando lo coronas). Recuerdo una de las últimas rampas de pista, con un barrizal importante que la mayoría iba subiendo empujando la bici como podía, y cuando llegas arriba a la carretera y piensas que aquello ha terminado te queda todavía un buen tramo de subida por la carretera en torno al 10%. Es demoledor, pero consigo terminarlo sin poner pié a tierra, y de recompensa tiene una bajada larga, con un tramo por un camino hormigonado con porcentajes continuos entre el 15 y el 20%. Imposible sentarse en el sillín, tienes que ir con el culo atrás porque parece que vas a salir por encima del manillar. No puedo evitar pensar que eso no lo suben ni los pros.

La bajada te deja en El Arenal, y tras una pequeña subida se inicia otro tramo largo de bajada hasta Arenas de San Pedro donde hay avituallamiento. Llevamos ya 60 km, y hasta ahí las sensaciones eran buenas.

Esa calzada romana
El último rampón antes de llegar



















La salida de Arenas es otra vez hacía arriba y comienza a llover. Tras un par de kilómetros empiezo a darme cuenta de que el gas se me está acabando y me quedan aun 10 km para llegar a Mombeltran. Hasta el km 70 el camino es siempre de subida, con alguna bajada pero enseguida vuelta a subir (en estos kilómetros finales te caen 300 metros de desnivel para rematar). Una vez finalizada la subida me dejo caer hacia Mombeltran para hacer los últimos 5 km aunque todavía queda alguna rampa chunga que afrontar. Entro en meta tras 7 horas 17 minutos. Fernando me está esperando, llegó con 6 horas 46 minutos.

La marcha es dura, necesita buena preparación, pero terminamos con ganas de volver al año próximo. Está muy bien organizada, el lugar es alucinante y es flipante lo que te anima la gente al paso por los diferentes pueblos del valle, desde niños hasta ancianos de 80 años. Quitando el borrón del atasco en la bajada del Pedro Bernardo todo fue fenomenal: montones de voluntarios en los cruces y avituallamientos, gente cargada de vasos de isotónica para dártelos según llegas, mucha comida, las motos de asistencia siempre moviéndose por la ruta y preguntando a los que veían en la cuneta si necesitaban algo. Nos vamos con la sensación de que esta gente se desvive por los que vamos allí a pasarnos entre 6 y 12 horas en la bici. Así da gusto ir a una marcha.

Echamos de menos a Diego, que pocos días antes en una caída tonta se rompió el codo y se la tuvo que perder. El año próximo no se escapa de venir a hacerla en menos de 6 horas!!

Y para terminar link al track por si alguno se quiere animar y las fotos de la llegada.

Si todo va bien, el 12 de junio estaremos de nuevo dando guerra en la Riaza BPRO.









viernes, 26 de febrero de 2016

Ruta del Jarama 2016 by Fer



¡¡¡Por fin nos pusimos en marcha!!! Llevamos un 2016 que aunque no hemos dejado de montar no hemos tenido ninguno la constancia ni ese punto de seriedad para empezar a hacerlo “como Dios manda”, simplemente salimos a “dar una vuelta”. Eso es perfecto si no tuviéramos el desafío del maratón bajo Tietar en Abril que no nos engañemos algo se debe preparar. En este plan, nos empezamos a pensar con que ruta comenzar el año y tras un intento fallido de Kiko en la Matanza (tuvo que abandonar a los pocos kilómetros por avería) empezamos a buscar opciones. La Clásica de Valdemorillo después de 4 años consecutivos nos aburría un poco y nos gustaba la idea del Maratón Sierra Oeste pero sinceramente, ir para penar por falta de preparación no nos apetecía, así que nos decidimos por la Ruta del Jarama, una prueba que parecía sencilla y con poco desnivel y que podía hacernos ir cogiendo el gustillo.
Con esta idea nos plantamos el domingo 21 de Febrero en San Sebastián de los Reyes Diego, Kiko y un servidor. Alberto por lesión no pudo acompañarnos en esta ocasión y estamos expectantes para ver si es posible que Hermi se anime de una vez a salir de Ávila para participar con nosotros. Día frio, de hecho cuando volvimos de recoger el dorsal del pabellón pensé que nos quedamos toda la mañana en el coche, no había ninguna gana ni de preparar las bicis…
¡No queremos salir!
A las 10 en punto ya estábamos desastrosamente colocados en la salida (casi los últimos para variar, más de 3 minutos tardamos en pasar por el arco…) y con ganas de empezar a dar pedales en un recorrido nuevo para nosotros, aunque todo me hacía pensar que parte del recorrido lo haríamos por nuestra habitual ruta del Soto de Viñuelas.

"Mira mi bici que chula..."
Voy a ser breve, los primeros 25 kilómetros tras salir de la Dehesa Boyal un auténtico coñazo. Pista, pista y más pista con llano, llano y más llano. Todo ello siguiendo paralelos prácticamente al rio Jarama y rodando con muchísima gente. Esto inevitablemente llevo a dos tapones en un simple giro de camino y en un puente que de verdad no tenía más dificultad que el agua del rio…
No nos vamos a engañar, la ruta pintaba mal, nuestra idea era que nos íbamos a aburrir pero a partir del primer avituallamiento ya en San Agustín de Guadalix la cosa iba a ir cambiando a mejor. Tras una parada muy rápida ya que todavía no necesitábamos tomar nada por el poco desgaste, nos ponemos en marcha y el paisaje al salir de San Agustín va cambiando, el entorno del rio Guadalix se va haciendo más enfilado y nos empiezan a rodear montes. Cogemos las pistas del Canal de Isabel II y empezamos una ascensión que tiene su cosilla, no es muy larga pero es por una pista de grava rota y con cierto desnivel. Empezamos a marcarnos un ritmo majete, ya que teníamos ganas de marcha después de tanto llano, Kiko se lo toma con más calma y Diego y yo tiramos para delante pasando a infinidad de gente, en el final Diego se me viene arriba e incluso me hace sufrir para seguirle. Llegamos prácticamente a la cima porque al tomar un sendero saliendo de la pista para el tramo final se produce otro nuevo tapón. Desde arriba la vista del cañón que hace el rio Guadalix es preciosa, por lo que el tapón se hace más llevadero.
"Maldita cadena..."
Desde aquí un tramo de sube y baja con alguna pendiente exigente en la que volvemos a poner el pie porque la gente no es capaz de subir-. Después una subida final por carretera al cerro de la Atalaya. Desde aqui de nuevo una vista estupenda de Madrid en la lejanía y una larga bajada hasta San Agustín por carretera, una lástima que no hubiera un camino para bajar ese desnivel…
Paramos en el avituallamiento que es en el mismo lugar que el anterior, ahora sí, comemos algo y comentamos Diego y yo que no debe quedar mucha subida porque el GPS marca prácticamente el desnivel anunciado para la prueba. Esperamos a Kiko pero no llega, nos parece raro, ¿más de 10 minutos? Tiramos para no quedarnos fríos.
Una vez salimos del pueblo volvemos a encontrarnos con un entorno bonito y siguiendo la estela de los arroyos Navalperal y del Caño sin duda disfrutamos de los kilómetros más bonitos de la ruta y con verdaderos tramos de senderos, no como lo recorrido al principio. Diego y yo vamos a la vista pero no juntos, es decir, le veo delante pero rodamos con tanta gente que en estos tramos es difícil de pasar a la gente y no podemos juntarnos. 
"Esta pista para mi es un rollo..."
Cuando llegamos al tercer avituallamiento ya estamos de nuevo en un territorio de largas pistas y aquí si por fin nos reagrupamos. El entorno me empieza a sonar y efectivamente acabamos entrando a la parte de arriba del Soto de Viñuelas que conozco a la perfección. Todo el tramo final va picando para arriba y vemos como la gente va sufriendo en exceso. Comentamos que no somos conscientes de que nos haya pasado nadie desde aquella primera subida allá por el kilómetro 30, es una ruta que saliendo bien colocado y sin atascos se puede bajar mucho el tiempo sin duda.
En la última subida al cerro del Fraile, se hace más difícil por esquivar a la gente que se va parando, que por el propio desnivel de la subida. Ya arriba se ve la meta y simplemente nos dejamos caer para acabar pasando por el arco con poco más de 3 horas y media de tiempo.
Nos dirigimos a tomar la paella del avituallamiento final pensando en que pasaría con kiko, terminamos y nos vamos al coche para no quedarnos fríos. A la media hora nos llama diciendo que ya está en meta tras haber roto la cadena en una de las subidas de la Atalaya donde le perdimos de vista, con razón nos parecía que el tiempo era demasiado.
Como resumen, ruta aburrida en un principio y que va cogiendo nivel según pasan los kilómetros por lo que al final acabamos medianamente satisfechos con los 60 kilómetros que nos sirven de entrenamiento y de inicio para afrontar los siguientes pasos en el calendario.

Os dejamos como siempre el track de la prueba Wikiloc Tresolibike
Fotos en el banner de la derecha.
Hasta la próxima.