La marcha
más longeva del calendario llegó a su veintitrés edición con un tiempo
bueno para pedalear. En esta edición más de 1900 bikers participamos, entre ellos Fer y yo, nos
decidimos por la ruta larga, 55
km. Es la primera
prueba que realizo por lo que estoy algo tenso de cómo se me va a dar el
estreno, las aglomeraciones, la dureza del terreno y nuestro estado de forma son toda una incógnita a esta altura de calendario.
Una hora antes
del comienzo de la marcha llegamos a Valdemorillo, el tiempo justo
para recoger el dorsal, poner a punto la bicicleta, y vestirnos. La
salida se hace en el descampado frente al pabellón, bien organizada y preparada
por la empresa lastlap. A las 10,30 de la mañana salen los primeros
colocados, tardamos 2 minutos y medio en dar la primera pedalada y eso que no
somos los últimos en la salida, increíble la cantidad de gente.
El
día acompañaba para la práctica de la bicicleta, incluso hacía hasta calor
y me sobraba la cazadora, aunque por la ruta nos encontramos mucho barro y agua
en muchos tramos del recorrido. El comienzo nos lleva por las calles de Valdemorillo pero en seguida salimos de la población por
el camino de Robledo de Chavela, para comenzar el primer tramo de ascenso.
Al inicio
se producen varios tapones, por lo que tuvimos que tener especial cuidado para
no irnos al suelo, y poner pié a tierra en alguna ocasión, no entiendo porqué
hay gente que se atranca y no se aparta para no tener que parar al resto del
pelotón, pero es lo que hay, así que tuvimos que hartarnos de paciencia y subir
como pudimos.
La marcha se dividió en tres tramos, el primero hasta el km 17, se
caracterizó por las aglomeraciones, donde las paradas fueron
constantes, mencionar la torpeza mía de novato que siempre me quedaba atrás en
la fila y me costaba adelantar a los lentos, quizá con el tiempo mejore esta
circunstancia por lo que Fer me tenía que ir esperando cada dos por tres por
culpa de mi falta de experiencia en este tipo de pruebas.
El recorrido es
un continuo subir y bajar, un completo rompe piernas.
El terreno en su mayoría
compuesto por charcos y barro, había que estar alerta en todo momento. No
se podía descansar ni un segundo, la tensión se acumulaba en los
brazos. Por esta zona vadeamos un sin fin de charcos, y arroyos.
Llevados 17 kms llegamos al primer avituallamiento, paramos un momentín a tomar algo de fruta, rellenar el bidón, y proseguimos el camino.
El segundo tramo
de la jornada, entre el km 17 y el segundo avituallamiento en el 34, estuvo
marcado por los senderos técnicos, barro y piedras era la tónica habitual del
recorrido, pasamos por un bosque de encinas donde nos encontramos un
divertido sendero, que me pareció de lo más hermoso del recorrido.
Antes de llegar al segundo avituallamiento, km 34 tuvimos que atravesar un túnel estrecho, justo antes montonera y pié a tierra debido a un gran charco acompañado de barro y lodo, en el cual Fer metió todo su pié dentro, atravesamos el túnel oscuro y decorado con unos pedrolos que ya los quisieran los "picapiedra", aun así conseguimos superarlo, por supuesto a pie.
Antes de llegar al segundo avituallamiento, km 34 tuvimos que atravesar un túnel estrecho, justo antes montonera y pié a tierra debido a un gran charco acompañado de barro y lodo, en el cual Fer metió todo su pié dentro, atravesamos el túnel oscuro y decorado con unos pedrolos que ya los quisieran los "picapiedra", aun así conseguimos superarlo, por supuesto a pie.
Este
segundo avituallamiento, para este último tramo la organización anunciaba un
nivel medio-alto, incluyendo en estos 20 kms finales un descenso técnico y
peligroso además de una dura subida final.
Nada más retomar la marcha
de este segundo avituallamiento, tenemos el primer y único incidente con un
biker, el cuál le echa literalmente a la cuneta a Fer, siempre suele haber
personajes de este tipo que no tienen especial cuidado de por dónde van.
Durante la bajada me
descuelgo, se trata de un descenso pronunciado con multitud de
piedras que consigo esquivar sin dificultad, pero Fer con su Canyon ni le veo,
nos reagrupamos de nuevo al terminar la bajada, nos dirigimos ahora por un
terreno sinuoso de pista ancha sin grandes dificultades antes de afrontar la
subida al temido Mortirolo, a esta altura de prueba, los kilómetros ya me pesan
y el gemelo se me empieza a resentir.
Comenzamos la subida, las
primeras rampas son durísimas, en realidad ¡¡¡son paredes!!!. Tengo
que echar todo el peso de mi cuerpo sobre la rueda delantera para hacer aún más
fuerza, Fer tiene problemas con su muslo, un tirón no le deja pedalear con
facilidad y a mí el gemelo me sigue doliendo por lo que
sufrimos para llegar al tercer y último avituallamiento de la jornada, Km 48, a falta de 7 para la
meta.
Después de
repostar continuamos para afrontar el final de la prueba, terreno que pica todo
el rato para arriba y en la que se me hicieron eternos, la cantidad de
kilómetros, el terreno continuo rompe piernas y el dolor de gemelo no me
dejaban pedalear con facilidad por lo que parecía que estaba subiendo el
Angliru. Unos minutos después atravesé el arco del triunfo junto a Fer después
de 4 horas desde el inicio.
La marcha se hizo dura y llegamos sin problemas
que es lo importante, buena experiencia para ser mi primera prueba. A pensar en
el siguiente reto.
Como siempre os dejamos el track de la prueba en el siguiente enlace http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6049257