Después de tanto tiempo sin participar en una marcha, tras
la enfermedad que me tuvo parado casi 3 meses, tenía muchas ganas de volver a
vivir el ambiente de estas citas. Esta vez le tocaba el turno a Buitrago de
Lozoya, que en el recorrido de la Skoda Gran Fondo Buitrago by Trek nos ha
llevado por la franja limítrofe entre el la Sierra de Guadarrama y Somosierra. Alrededor de 80 km con un
perfil que pintaba duro y que por los parajes por donde se desarrollaba parecía
que íbamos a disfrutar del paisaje. Como os iré contando, en rasgos generales,
ha sido un exitazo teniendo en cuenta que es la primera edición de la marcha.
El sábado amanecía nublado y con posibilidad de lluvia.
Salimos Kiko y yo muy prontito de Madrid. Las 6:30 de la mañana no son horas de
levantarse un sábado pero ya sabéis “el que algo quiere…”. Llegamos a Buitrago
a las 8, con tiempo de sobra, y nos costó encontrarnos con Diego entre las
calles cercanas a la meta. Diego había dormido por la zona y nos había cogido
los dorsales el día anterior.
Ya antes de la salida se nota la buena organización. Los cajones de salida, están perfectamente
configurados, separados por tiempo estimado de realización de la prueba,
así cada uno está donde quiere estar. Buscamos nuestros cajones y encontramos a
Alberto, charlamos brevemente ya que se nos echa el tiempo encima. A las 9 partimos puntualmente.
La salida es muy tranquila, la perfecta organización
hace que no haya tapones, ni participantes remontando nerviosos desde atrás. No
por esto no dejamos de ir rápidos y tras dejar una zona de asfalto, cuando
entramos en los primeros caminos me acuerdo de las palabras del conserje de mi
casa antes de salir, “han caído unas gotas”, pues lo bien que hubieran venido por aquí,
porque se forma una nube de polvo que no tarda en dejarnos bien rebozaditos.
Este tramo lo hacemos juntos Alberto, Diego y yo. Kiko había salido en un cajón
más atrás y ya no le veríamos hasta la meta. Desde el pequeño pueblo de San
Mamés, todo cambió, en las primeras rampas ya no vemos a Alberto, empiezo a
sudar, sale el sol y el terreno empieza a empinarse de verdad, tengo a Diego
delante pero me empiezo a dar cuenta que va con un punto más y en ese momento
me acuerdo de que son 80 km, mejor dejarle ir y empezar a ponerse un ritmo
propio. Llevamos unos 10 km de ruta y ya cada uno va por su lado y así sería
hasta el final. La primera parte del puerto está abierto y como os digo aprieta
el sol, hasta que llegamos a un pinar cercano a la cascada de San Mamés. Parece
que la cosa suaviza pero nada más lejos de la realidad, los 6 km de puerto que
restaban hasta la cima de la primera “gran subida” nos hacían ir gastando
fuerzas. Miro el GPS y nunca veo que las rampas bajen del 10%, es más, veo
muchas del 14%. Esta subida de la Linera es bonita y de las que deseas que se acaben
cuanto antes. Según echas la vista atrás ves todo el reguero de bikers subiendo
y la altura ganada en pocos kilómetros sobre el Valle de Lozoya.
Por fin, Coronamos la primera subida. Allí tenemos un
avituallamiento líquido con garrafas de agua dispuestas en línea para que cada uno
llenara su botija. No paro porque todavía tengo agua y sé que al final de la
bajada hay otro avituallamiento. Inicio la bajada despacio y con la intención
de tomar aire (quedan 65 km aprox.) pero es imposible, la bajada no invita a
ello para nada, muy rápida, pistera, bonita y sin descanso, hace que llegue al
final después de varios kilómetros con dolor de manos y brazos ya que las
curvas resbaladizas y con tanta velocidad te hacen estar con mucha tensión.
Llegamos a Villavieja de Lozoya, paro en el avituallamiento,
aquí me lo tomo con algo de calma, busco a Diego no sea que no me hubiera
sacado tanto tiempo en este primer tramo (iluso de mí), me tomo un gel, fruta y
demás necesidades y salgo con pereza. Nada más salir del pueblo comienza de
nuevo la subida, ya me voy haciendo a la idea de que no vamos a tener ni un
kilómetro de llano. La subida es más larga que la primera (¡¡20 km!!) pero más
llevadera en su inicio, con algún tramo de bajada entre medias y zonas donde el
cuerpo te pide darle un poco más de caña, pero mi yo conservador me dice que no
me equivoque y que guarde todo lo que pueda. Los kilómetros van pasando y cada
vez pesan más las piernas, muchos momentos de soledad, sin participantes al
lado, parece mentira que de 1000 dorsales para el gran fondo no tengas cerca a
nadie. Empieza a dolerme todo además de las piernas, el puerto tan largo hace
que la espalda también se resienta de no cambiar de postura y decido ponerme de
pie de vez en cuando para estirar.
Todos llevábamos el perfil de la ruta en nuestro dorsal para tenerlo a la vista en el manillar con los puntos kilométricos claves, aunque llegado cierto punto (el km 40) no coincidía, ¡¡tengo más de 3 km de diferencia, a mí me marca 43!! Vaya jarro de agua fría, a esas alturas que te digan que te quedan más kilómetros de subida de lo que esperabas se hace agotador, y más cuando me estoy quedando sin agua, la cual llevaba justita para llegar al avituallamiento. A partir de aquí acertar en qué punto exacto del recorrido estabas era casi imposible. Justo después de recibir este duro golpe psicológico, veo un pilón junto al camino, dudo si parar ya que veo que la gente se para pero me digo “yo aguanto hasta coronar y paro en el avituallamiento a coger agua tranquilamente”. Me equivoco, debía haber parado, al menos quedan todavía unos kilómetros y la pista empieza a quebrarse entre las rocas y abrirse, ya casi sin pinares y viento fuerte llegamos con un último repecho hasta coronar en Peña Quemada, alrededor de 1800 metros de altitud, el techo de la ruta, preciosa la vista desde allí. Arriba no está el avituallamiento tampoco, me empiezo a desesperar ya que llevo bastante tiempo sin agua, bajamos todavía un par de kilómetros y por fin el ansiado agua. Me dice el chico que no han podido subir la furgoneta y por eso lo han puesto más abajo, estamos sobre el kilómetro 50. Después de beber, todo se ve de otra forma y unos compañeros con los que llevaba un buen tramo rodando preguntan por el resto de la ruta y les dicen la famosa frase que nunca hay que creer… “Desde aquí todo bajada, un repecho y otra vez bajar”.
Todos llevábamos el perfil de la ruta en nuestro dorsal para tenerlo a la vista en el manillar con los puntos kilométricos claves, aunque llegado cierto punto (el km 40) no coincidía, ¡¡tengo más de 3 km de diferencia, a mí me marca 43!! Vaya jarro de agua fría, a esas alturas que te digan que te quedan más kilómetros de subida de lo que esperabas se hace agotador, y más cuando me estoy quedando sin agua, la cual llevaba justita para llegar al avituallamiento. A partir de aquí acertar en qué punto exacto del recorrido estabas era casi imposible. Justo después de recibir este duro golpe psicológico, veo un pilón junto al camino, dudo si parar ya que veo que la gente se para pero me digo “yo aguanto hasta coronar y paro en el avituallamiento a coger agua tranquilamente”. Me equivoco, debía haber parado, al menos quedan todavía unos kilómetros y la pista empieza a quebrarse entre las rocas y abrirse, ya casi sin pinares y viento fuerte llegamos con un último repecho hasta coronar en Peña Quemada, alrededor de 1800 metros de altitud, el techo de la ruta, preciosa la vista desde allí. Arriba no está el avituallamiento tampoco, me empiezo a desesperar ya que llevo bastante tiempo sin agua, bajamos todavía un par de kilómetros y por fin el ansiado agua. Me dice el chico que no han podido subir la furgoneta y por eso lo han puesto más abajo, estamos sobre el kilómetro 50. Después de beber, todo se ve de otra forma y unos compañeros con los que llevaba un buen tramo rodando preguntan por el resto de la ruta y les dicen la famosa frase que nunca hay que creer… “Desde aquí todo bajada, un repecho y otra vez bajar”.
Comienzo la bajada relajado, y nos juntamos un grupillo
donde un chico de MTB Parla nos dice que él hizo la ruta hace unos meses y que de
repecho de un kilómetro nada, que por lo menos son 4 o 5 de subida con una
rampa fuerte y que aprovechemos la bajada para descansar. La bajada nada tiene
que ver con la primera, es un falso llano hacia abajo que también obliga a dar
muchos pedales para no perder velocidad. Llegamos a la Acebeda, donde hay un
último avituallamiento con más fruta e isotónica. Relleno la botija y me tomo
medio plátano, quedan cerca de 20 km y creo que no voy a necesitar más. Nada
más ponernos en marcha un repecho de unos metros duro, empieza una zona de rompepiernas
que encadena una sucesión de pequeñas subidas con repechos duros y pequeñas
bajadas entre ellos. Noto que algunas veces al forzar para salvar el desnivel
se me cargan mucho las piernas y amenazan con calambres, empiezo a notar por
primera vez que las piernas pueden decir basta en cualquiera de esas rampas. Me
acuerdo del chico de Parla que he dejado atrás en la subida y que me insistió
“hasta que no veas un prado con muchas vacas a la izquierda no ha terminado la
subida”. Se me empiezan a agotar los pensamientos positivos que utilizo en este
tipo de momentos donde ando muy tocado y para pasar el mal rato y motivarme,
pienso en las vacaciones, la familia (que paciencia tiene), los niños, los
entrenos con Diego por Ávila, ¿Qué tal andarán los demás?, ya no sé me ocurre que
pensar cuando llega la última de esas
rampas, nada me motiva con 68 km y más de 4 horas y media en la
bici y ver a los pocos participantes en el horizonte bajados de la bici
empujando hacia arriba.
Empiezo a subir y se me carga muchísimo una pierna y sé que si sigo intentando subir me puedo hacer daño, paro y es el único momento de la etapa donde pongo pie a tierra por unos metros, no veo a nadie que lo haga montado, tal vez si no hubiera llevado el plato de 32 con el 1x11... ¿con el molinillo de otra bici lo hubiera subido? no lo sé, pero para que arriesgar. Cuando reanudo la marcha miro el GPS y marca el kilómetro 70, se sigue subiendo con un porcentaje suave y por fin veo el prado de las vacas de dijo mi amigo el de Parla, no se equivocó, efectivamente desde aquí es tirarse para abajo hasta Buitrago y disfrutar. De hecho entrando en Buitrago me coge bajando y entramos en el pueblo charlando de lo bien que me había descrito el final de la prueba. Llegando al final me dice, ahora toca subir al colegio donde está la meta y en esa subida se me vuelve a quedar detrás entrando solo en meta tras 5 horas y 29 minutos.
Empiezo a subir y se me carga muchísimo una pierna y sé que si sigo intentando subir me puedo hacer daño, paro y es el único momento de la etapa donde pongo pie a tierra por unos metros, no veo a nadie que lo haga montado, tal vez si no hubiera llevado el plato de 32 con el 1x11... ¿con el molinillo de otra bici lo hubiera subido? no lo sé, pero para que arriesgar. Cuando reanudo la marcha miro el GPS y marca el kilómetro 70, se sigue subiendo con un porcentaje suave y por fin veo el prado de las vacas de dijo mi amigo el de Parla, no se equivocó, efectivamente desde aquí es tirarse para abajo hasta Buitrago y disfrutar. De hecho entrando en Buitrago me coge bajando y entramos en el pueblo charlando de lo bien que me había descrito el final de la prueba. Llegando al final me dice, ahora toca subir al colegio donde está la meta y en esa subida se me vuelve a quedar detrás entrando solo en meta tras 5 horas y 29 minutos.
Busco a Diego y le veo tan pancho, hace tres cuartos de
hora que ha entrado, vaya máquina (¡¡el 181 de 1000 dorsales!!). Al cuarto hora
llama Kiko para ver dónde estamos. Juntos, hacemos el avituallamiento final con
ensalada de pasta, palmeritas, sandía y refrescos. Cuando estamos de vuelta
para Madrid nos llega un mensaje de Alberto, después de 6 horas y 42 minutos nuestro
último representante entraba en meta.
Grandes sensaciones, así que el próximo año, si dios quiere,
repetiremos en la http://www.skodagranfondobuitrago.com
TIEMPOS: enlace en http://skodagranfondobuitrago.com/pdf/resultados-gf.pdf
DIEGO Puesto general 181º Puesto categoría GFH40
56º Tiempo total 4:43:16
FERNANDO Puesto general 434º Puesto categoría GFH40
135º Tiempo total 5:29:05
KIKO Puesto general 485º Puesto categoría GFH45 113º
5:42:33
ALBERTO Puesto general 666º Puesto categoría GFH55
102º Tiempo total 6:42:24
Os dejamos como siempre el track de la prueba Wikiloc TRESOLIBIKE
Fotos en el banner de la derecha.
Hasta la próxima.