El pasado domingo 1 de julio los
tresolibike nos fuimos a la escuela. Asistimos a un curso avanzado de mtb
organizado por Mammoth. Habíamos quedado a las 9:30 en el alto del puerto de
Navacerrada, salimos con buena temperatura de Madrid y ¡¡¡sorpresa!!!, cuando
estamos llegando a lo alto del puerto, Alvaro me dice “oye el termómetro del
coche esta mal, le falta un numero ¿no?” le contesto “no, ¿por?” y me señala el
indicador marcando ¡¡7 grados!!. Este fue el primer imprevisto del día ya que
ni Alvaro ni yo llevábamos ropa de abrigo, menos mal que yo tenía una sudadera
en el coche y Alvaro utilizo la cazadora que le sobraba a kiko.
Descargamos las bicis y nos
juntamos con el resto del grupo en el parking de la estación, aparece el
monitor de Mammoth con una bici Canyon con una suspensión tremenda (modificada
por él, se dedica a eso) y con una especie de carrete de pescar en vez de
platos ¿?, la pregunta por el artilugio era obligada y la contestación me hace
sospechar, “es un sistema de engranajes que se utiliza para recorridos de
descenso básicamente”.
El grupo era diverso pero
predominaba la gente como nosotros, la mayoría de las bicis eran rígidas y no
con doble suspensión, eso me tranquilizaba porque me decía a mi mismo, “si
pueden esos tíos como no voy a poder yo” (pensamiento erróneo, luego veremos
como no pudieron ni ellos ni yo).
Salimos del aparcamiento y nos
dirigimos a la entrada del camino Smith, antes de empezar la ruta nos dice el
monitor que entremos en un prado que nos va a enseñar unas cosas y primer
incidente del día, Oscar enreda el manillar en una portera y tira la bici por
primera vez al suelo. Los tresolibikes hacíamos acto de presencia para hacernos
notar, que no se diga que no hemos venido…
Nos da una hojita con técnicas de
ascenso, descenso, superación de obstáculos y curvas pero acto seguido empieza
a centrarse exclusivamente en el descenso y todo lo que nos enseña es sobre la
posición de bajada. Cuando termina las explicaciones nos dice “bajar el sillín
porque no os va a hacer falta para casi nada” pues nada ponemos el sillín como
si fuera la bici de David el Gnomo y para abajo.
Nos comenta que el camino Smith
esta muy remodelado y que prácticamente no tiene dificultad que nos iremos
parando para ir aprendiendo cosas sobre la marcha.
Primera cosa imposible, nos dice
que para comprobar que la posición de bajada es la correcta, debemos de ir tan
equilibrados de pie encima de los pedales que debemos de poder soltar las manos
del manillar, primera cosa a la que tuve que decir que no y que nadie hacia.
Una cosa es soltarse de manos sentadito y en un firme plano y otra cosa es en
una bajada de pie y por un camino de arena y piedras.
Continuamos bajando y hacemos la
primera parada en el camino para explicarnos como atajar unas piedras en el recorrido.
Nos ofrece 4 alternativas, dos de ellas pasando alrededor de las piedras y
sorteándolas, una de ellas atacando una piedra y en el salto caer en una lancha
y la otra saltar una piedra de unos 40 cm de altura. Bueno pues empezamos sorteando
las piedras sin problema, algunos de nosotros atacamos la piedra baja cayendo
en la lancha con dificultades, aquí ya hubo la caída de alguno del grupo pero
después vino el momento del día. Explica Eduardo el monitor que la piedra
grande se salva con una maniobra que se denomina Bunny hop, se trata de hacer
un “manual” primero (maniobra de estirar brazos y cadera hacia atrás) y
posteriormente contrarrestar con tu cuerpo la inercia que hace la rueda
trasera, en definitiva, muy difícil y con una bici rígida como la nuestra, a mi
me parece imposible. Bueno pues cuando vamos a hacer el segundo intento, Oscar
que no había ni inspeccionado la piedra grande y cuando todos pensábamos que
iba a coger una de las alternativas viables, se lanza a por la piedra de 40 cm, pasa la rueda de
delante y se le queda la rueda de atrás en la piedra (yo creo que el plato esta
todavía clavado en la piedra) y él sale volando de la bici cayendo con la cara
en un mullidito camino de polvo y piedras, pensamos que se había matao. Yo no
lo vi, solo oí el golpe y la polvareda de humo, kiko que estaba al lado vio
como caía con la cara y cuando le miré tenia la cara desencajada. Oscar que es
un roble se levanto, se limpio, se curo, cogió su casco roto y dijo, “no me ha
salido muy bien”. Tras el susto de todos, incluido el monitor que yo creo que
pensaba, con estos tíos acabo llamando al 112, seguimos bajando con múltiples
golpes de la gente, hasta la siguiente parada.
Volvemos a ensayar el “manual”
saltando de nuevo una piedra y en esta ocasión es kiko el que al saltar cae
desequilibrado y recibe de su propio sillín una cornada de entrada y salida en
el muslo que ni un morlaco de 500 kilos. Para entonces el curso ya no era un
curso de mountain bike avanzado, ni siquiera era un curso de descenso, estábamos
ante un curso de supervivencia. Las caídas de la gente se iban sucediendo pero
los tresolibikes de momento nos íbamos salvando de más caídas.
Llegamos a lo alto del puerto de fuenfria, parada en la fuente y espectacular vista desde el mirador de la reina.
En otra de las paradas, el
monitor propuso bajar por una lancha de piedra con un cortao de medio metro y después un hermoso pino que parecía que tenia brazos en vez de ramas para
abrazarte. Evidentemente con el grupo tan magullao ya solo hubo dos valientes
que osaron a lanzarse y aunque les sonrió la suerte apunto estuvieron de probar
pino.
Continuamos el descenso por
piedras, raíces y demás dificultades hasta que llegamos a una praderita donde
ensayamos de nuevo el estimulante Bunny hop. Se trataba de intentar saltar una
rama, primero nos propuso hacerlo con un tronco pero visto lo ocurrido
enseguida rectifico y saco una rama pequeña, hicimos varios intentos y en uno
de ellos nuestro grandísimo Oscar hizo un caballito que ya lo quisiera la
infanta Elena en sus concursos hípicos, resultado, culetazo, eso si, esta vez
en un agradable colchon de hierba con ramas y piñas.
Llegando prácticamente a
Cercedilla y cuando todo parecía acabado, Fer declarado amante de las raíces, no podía
marcharse sin su caída correspondiente y engancho la rueda de delante y al
suelo. Resultado, ¿como es posible magullarse el brazo derecho y que lo que más
duela es el hombro izquierdo?. Gracias a la ayuda de otro chaval que debió
caerse no menos de 10 veces y el hombre iba cerrando el grupo haciendo de coche
escoba seguimos y más adelante estaba esperando Alvaro que fue el único afortunado que se
salvo de la caída. Llegamos a cercedilla y fin del curso. Nos dieron nuestro
diploma de boinas verdes y para casa.
Como conclusión decir que el
curso estaba bien, pero que era evidente que tenían que habernos especificado
que era de descenso y que con nuestras bicis es difícil no jugarte el cuello en
esta modalidad. Por otra parte, debemos de asumir nuestra parte de culpa ya que
a lo mejor debimos coger el nivel intermedio. Como siempre se debe sacar una
conclusión positiva, ya sabemos cual es el límite y hasta donde debemos llegar,
de momento, este tipo de bajadas para los profesionales, nosotros al enduro,
all mountain y este tipo de modalidades que por otra parte son las que más nos
gustan.
ruta del curso: aprox 15 km
participantes: Kiko, Alvaro, Oscar y Fer
Tiempo frio para ser el 1 julio.
Entendereis que no tengamos ni video ni fotos...